Sin embargo, faltando pocas semanas para las elecciones, surgió un total desconocido en política, llamado Alberto Fujimori, quien logró forzar una segunda vuelta electoral el 10 de junio de 1990 derrotando a Vargas Llosa. Así, se inició el decenio fujimorista, que estuvo caracterizado por el autoritarismo, la derrota del terrorismo, las reformas liberales en la economía y la constitución de una red de corrupción que se descubrió al final del gobierno.
Cabe destacar, que en el gobierno de Fujimori, el terrorismo fue derrotado, tanto Sendero Luminoso, como el MRTA, los dos principales grupos terroristas. La economía peruana tomo mejor rumbo y se pusieron los cimientos de un país moderno.
Los años noventa significaron la definitiva cancelación del modelo económico dirigido por el Estado que regía el Perú desde la época del reformismo militar. En estos años se redujo el tamaño del Estado, se abrió la economía al mercado internacional, y se privatizaron una serie de empresas estatales que daban pérdidas al país.
En lo político, se desarrolló un discurso contra los partidos y políticos tradicionales a los que Fujimori culpó de la calamitosa situación del país el 8 de agosto de 1990. Estas fueron algunas de la excusas por las cuales el 5 de abril de 1992 , Fujimori encabezo una golpe cívico-militar, en el cual disolvió el congreso e intervino el Poder Judicial. Luego de ello convoco a una asamblea constituyente que promulgo la constitución de 1993 . Sin embargo, el ansia de poder y la corrupción fueron la otra cara de este gobierno que marcó el devenir del país.